Tras la celebración del "Día Internacional de la Educación" pensamos en todos aquellos docentes que tienen la capacidad de reaccionar constantemente ante multitud de situaciones que se le plantean todos los días. Al fin y al cabo, cada centro educativo es un mundo, cada clase es un mundo, cada familia es un mundo y cada niño, como no, es un mundo. Pero está claro, que los docentes tienen unos reflejos admirables y se han superado así mismos en plena pandemia siguiendo todo tipo de protocolos de higiene y seguridad para evitar contagios, innovación en nuevas tecnologías de la información y la comunicación con el alumnado y las familias, aumento de la burocracia impuesta por la administración educativa en detrimento de tareas pedagógicas, etc. Aún así los docentes de este país se han convertido en verdaderos "aurigas" de la Educación, luchando en muchas ocasiones contra el "viento socio-político" que sopla en contra. En este sentido, a algunos docentes se les han aumentado días lectivos porque parece que teletrabajar no es una función docente completa, o bien aguantar la retahíla que los profesores tienen muchas vacaciones, cuando realmente el calendario laboral lo impone la administración, o que cierta Ministra de Educación dijera en su momento que el horario completo del profesorado era de 20 horas, cuando la normativa vigente marca 37,5h. Sin embargo, cuando son otros los que meten la pata con sus declaraciones y acciones no se reacciona de la misma manera. Por tanto, felicitamos a los docentes por sus buenos reflejos y tener unas espaldas bien anchas.
Si tienes que poner alguien en un pedestal, pon a los docentes.
Son los héroes de la sociedad.
Guy Kawasaki
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